Julio llegó con más sorpresas de las que yo esperaba pero estaba segura que algo iba a cambiar después de este mes...
Después de siete meses de estar en una montaña rusa de emociones con mi antigua pareja, decidí no dedicarle ni el Hola, ya había sido suficiente tiempo el que habíamos estado con este juego y yo, yo necesitaba terminar de darle la vuelta a la página.
Era sábado y habían pasado cuatro días desde que no hablaba con Esteban y me encontraba tan alegre y aliviada de esa carga, que decidí ir junto a los del grupo de la Iglesia a una especie de excursión, encuentro, retiro, lo que fuera lejos de la cotidianidad.
Cuando me subí al bus, me coloque los audífonos y empecé a entrar a mi mundo de filosofía sobre la vida, internamente me reia de las ideas que se me cruzaban por la cabeza, hasta que lo vi... Subió al bus con un atuendo bastante sencillo, pero que por alguna razón lo hacía ver demasiado atractivo, al menos para mi.
Durante todo el camino hacia el centro de retiros, mantuve la mirada en el pavimento y algunos árboles, de vez en cuando volteaba la vista hacia él, pero como era costumbre él ni se percataba. Cuando por fin llegamos, bajamos del bus todas las cosas que llevábamos y nos adentramos a ese lugar lleno de naturaleza, la magia estaba pasando... Y yo no me daba cuenta aún.
Esos dos cortos días serían demasiado largos en realidad y estarían llenos de descubrimientos, probablemente después de iniciar esta aventura no querría detenerme hasta que algo colapsara conmigo... Pero, ¿todo iba a ser tan fácil?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario