miércoles, 28 de diciembre de 2016

Día 1

Como todos los domingos me adentré en aquel pequeño salón que me brindaba grandes alegrías, tenía la idea que ningún lugar me hacía sentir en casa como lo hacía ese cuartito.

Todos estaban ahí esperándo al protagonista del día, me uní a ellos en la espera, sabia que de un momento a otro él debía llegar, ya era sorprendente que no estuviera él esperando a todos, así que estaba segura que no faltaban muchos segundos para que apareciera con su típica apariencia de adulto aunque en realidad era muy joven.


No entendí que sucedió en ese momento, pero al alzar la vista y ver como se acercaba al salón, mi cuerpo decidió convertirse en gelatina, jamás me había sentido así y menos por él. Sin lograr comprender lo saludé como cada domingo. Durante toda la sesión lo observé con detalle, por alguna extraña razón quería saber sobre él, o al menos descubrir de donde surgía esa nueva atención que le estaba ya prestando.

Mientras el hablaba sobre la falta de compromiso en los jóvenes que asisten a la Iglesia, yo sólo podía pensar en el domingo hace tres semanas, estábamos haciendo una dinámica en la que debíamos decir una característica mala y una característica buena de alguno del grupo y él habló de mi, dijo que mi característica mala era ser "Chica Cositas" (Demasiado delicada con todo y eso era muy malo), no recuerdo que dijo de positivo ó siquiera sé si dijo algo, porque en el momento en el que terminó de decir lo negativo, bloquee todos mis sentidos, trate de aparentar que no me molestó pero realmente sí pasó, incluso importó más de lo que yo misma podía esperar.

Cuando desperté de aquel recuerdo, escuché que varios estaban respondiendo a alguna pregunta que él había hecho, asi que me incliné un poco en el pupitre para que no me preguntara pero al instante noté que no podia escapar, todos estaban respondiendo conforme iba llegando su turno de silla. Tenian que pasar dos chicos antes que fuera mi momento, así que presté mucha atención y traté de formar un concepto sobre lo último que escuché de la plática y lo que mis compañeros iban diciendo, cuando llegó mi turno estaba tan nerviosa que no pude decir ni la mitad de lo que durante quince segundos había estado armando en mi cabeza para poder demostrarle que si podía expresarme sobre los temas que en el grupo se daban, pero fallé. Y como siempre él cuando yo hablaba ni me miraba, pero ahora esa indiferencia me había dolido...

¿Qué me estaba pasando?
¿El "Chico Prepotente" era importante para mi?

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